

¿Cuál es la situación de la guerra comercial entre EEUU y China?
Representantes de China y de Estados Unidos se reunirán este fin de semana en Ginebra, en un primer encuentro desde que Donald Trump lanzó su guerra comercial, que amenaza los intercambios bilaterales y altera las cadenas de suministro a nivel mundial.
AFP hace un repaso de este pulso entre Pekín y Washington.
– ¿Qué medidas ya se tomaron? –
Estados Unidos elevó sus aranceles sobre una gran parte de las importaciones chinas hasta 145%. China también es blanco de gravámenes adicionales que afectan a los sectores del acero, el aluminio y los vehículos eléctricos.
Según los servicios aduaneros chinos, los productos "hechos en China" exportados a Estados Unidos el año pasado superaron los 500.000 millones de dólares. Estas mercancías representaron 16,4% de las exportaciones totales del gigante asiático.
China prometió combatir "hasta el final" los aranceles impuestos por Trump y respondió con otra tanda de aranceles de hasta 125% sobre productos estadounidenses.
Según Washington, las exportaciones de bienes de Estados Unidos a China el año pasado alcanzaron los 143.500 millones de dólares.
China inició procedimientos en la Organización Mundial de Comercio, congeló la recepción de aviones Boeing por parte de sus aerolíneas y anunció restricciones a la exportación de tierras raras, algunas de las cuales se utilizan en tecnología médica y en electrónica para el gran público.
– ¿Cuál es el impacto hasta ahora? –
La administración Trump tiene desde hace tiempo a Pekín en la mira ya que el gigante asiático, sede de innumerables fábricas, mantiene un gran superávit comercial con Estados Unidos, que alcanzó los 295.400 millones de dólares el año pasado, según la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio estadounidense.
China parece poco dispuesta a modificar ese equilibrio, especialmente porque sus exportaciones, que alcanzaron niveles récord en 2024, son el motor de su economía en un contexto de débil consumo interno.
Sin embargo una escalada de la guerra comercial podría tener un fuerte impacto en esas exportaciones y debilitar la recuperación económica pospandemia de China, ya lastrada por una crisis inmobiliaria.
El impacto también se siente en Estados Unidos. La incertidumbre provocó una caída en la actividad manufacturera el mes pasado y las autoridades la responsabilizan del inesperado repliegue del PIB en el primer trimestre.
"Ambos países llegaron a la conclusión de que una desvinculación total no es tan fácil", afirma a AFP Teeuwe Mevissen, economista de Rabobank.
"Tanto Estados Unidos como China pierden económicamente en esta guerra comercial. Incluso si uno de ellos llegara a sacar clara ventaja, su situación económica seguiría siendo menos favorable que antes del inicio del conflicto", añade.
La directora de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ngozi Okonjo Iweala, advirtió en abril que la guerra comercial podría reducir 80% los intercambios de mercancías entre ambas potencias.
China anunció el miércoles una serie de reducciones de tasas destinadas a estimular el consumo, posible señal de que el país comienza a sentir los efectos del conflicto.
Analistas prevén que los aranceles estadounidenses afectarán significativamente al PIB chino, que el gobierno espera crezca "alrededor del 5%" en 2025.
Los principales productos chinos exportados a Estados Unidos —electrónica, maquinaria, textiles y ropa— serían los más golpeados.
Pero dado que los productos chinos juegan un papel crucial en el suministro de las empresas estadounidenses, estos aranceles también podrían afectar a los fabricantes y consumidores estadounidenses, advierten los analistas.
– ¿Qué avances son posibles? –
Deseosos de mostrarse fuertes, ambos países afirman que fue la presión económica la que obligó al otro a negociar.
Pero un gran avance en Ginebra parece improbable.
China asegura que su posición no cambió. Exige que Estados Unidos elimine sus aranceles y se niega a negociar bajo "amenazas".
El ministro estadounidense de Finanzas, Scott Bessent, precisó que las conversaciones se centrarán en una "desescalada" y no en un "gran acuerdo comercial".
Algunos analistas vaticinaron posibles reducciones de las tasas.
"Un resultado posible de las discusiones en Suiza sería un acuerdo para suspender la mayoría o incluso la totalidad de los aranceles impuestos este año, durante el período de negociaciones" bilaterales, indicó Bonnie Glaser, directora del programa Indo-Pacífico del German Marshall Fund, grupo de reflexión en Washington.
Lizzi Lee, especialista en economía china en el Asia Society Policy Institute, con sede en Estados Unidos, prevé un posible "gesto simbólico y provisional, que podría calmar las tensiones, pero no resolver los desacuerdos fundamentales".
El viernes, un día antes de los encuentros, Trump sugirió rebajar al 80% los aranceles que impuso a China.
"¡80% de aranceles a China parece correcto! Depende de Scott B.", escribió el magnate en su red Truth Social sobre el secretario del Tesoro, Scott Bessent, que liderará el equipo estadounidense en las negociaciones en Ginebra.
A.Bruno--IM