El G20 advierte de las divisiones geopolíticas en el primer día de su cumbre anual
Los países del G20 advirtieron el sábado de las divisiones geopolíticas que hacen cada vez más difícl resolver las crisis internacionales, en el primer día de su cumbre anual que se celebra en Johannesburgo.
"El G20 subraya el valor de la relevancia del multilateralismo", dijo el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, en su discurso de apertura.
Por su parte el presidente francés, Emmanuel Macron, expresó inquietud y aseguró que "el G20 quizás llegue al final de un ciclo (...) vivimos un momento de nuestra geopolítica en el que nos resulta muy difícil resolver alrededor de esta mesa (...) las grandes crisis internacionales".
Aunque el presidente estadounidense Donald Trump haya boicoteado el encuentro, organizado por primera vez en África y que termina el domingo, su plan para poner fin a la guerra en Ucrania marcó los debates en Johannesburgo.
Durante la jornada los dirigentes europeos multiplicaron las reuniones al margen de la cumbre del grupo --la primera organizada en África -- sobre el plan de Trump para poner fin a la guerra en Ucrania.
El G20 agrupa a 19 países, la Unión Europea y la Unión Africana. En total, sus participantes representan un 85% del PIB mundial y unos dos tercios de la población.
La cumbre de Johannesburgo se anunciaba simbólica. Es la primera organizada en el continente y representa el fin de un ciclo de presidencias del G20 de países del "sur global": Indonesia (2022), India (2023) y Brasil (2024).
Pero el gobierno sudafricano se convirtió en blanco de Trump, que boicotea la cumbre bajo el pretexto de que las prioridades de Pretoria son contrarias a la política estadounidense.
- Sin Milei -
No es la única ausencia destacada. El argentino Javier Milei, alineado diplomáticamente con Trump, tampoco asistirá, así como la mexicana Claudia Sheinbaum, quien no suele acudir a este tipo de citas.
Tampoco lo hará el presidente chino, Xi Jinping, que envió a su primer ministro Li Qiang, ni el ruso Vladimir Putin, que no ha participado en ninguna de esas cumbres desde el inicio de la invasión de Ucrania.
"El unilateralismo y el proteccionismo son omnipresentes" y "mucha gente se pregunta qué le está pasando exactamente a la solidaridad mundial", dijo Li Qiang.
En cambio, aunque la COP30 todavía está en marcha en su país, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva sí participó en la cumbre en Sudáfrica, un estrecho aliado en el grupo de los BRICS.
Keir Starmer, el primer ministro británico, como Macron y el jefe de gobierno alemán Friedrich Merz se reunieron para discutir el plan estadounidense sobre Ucrania.
Una reunión que luego se amplió a los demás líderes europeos, así como a sus homólogos japonés y canadiense.
Trump dio a Ucrania menos de una semana para aprobar la propuesta de 28 puntos que impone a Kiev ceder territorios a Rusia, reducir su ejército y comprometerse a no unirse a la OTAN.
Uno de los principales objetivos de Sudáfrica en el G20 es la creación de un panel internacional sobre las desigualdades económicas, a imagen del IPCC promovido por la ONU para el cambio climático.
Pero hay dudas sobre si Ramaphosa conseguirá que se apruebe una declaración conjunta de los líderes participantes, como suele ocurrir en estas cumbres.
Washington se opone por completo a la difusión de una resolución final en nombre del G20 ante la ausencia estadounidense en las reuniones.
La presidencia sudafricana es una ardiente defensora del multilateralismo, que tiene en el G20 uno de sus principales instrumentos.
Por el contrario, el segundo mandato de Trump se caracteriza por su ofensiva proteccionista y la retirada de múltiples instancias y foros internacionales.
Aun así, Estados Unidos debe tomar el relevo de Sudáfrica en la presidencia rotatoria del G20. La administración Trump anunció que quiere acotar la cumbre a cuestiones de cooperación económica.
A.Bruno--IM