Francia prolonga a 2026 el trámite para aprobar sus presupuestos
Senadores y diputados franceses fracasaron este viernes en lograr un acuerdo sobre el presupuesto para 2026, lo que obliga al gobierno a presentar una ley especial con la que garantizar el funcionamiento del Estado mientras continúan las negociaciones el próximo año.
Desde las elecciones legislativas anticipadas de 2024, el gobierno francés carece de mayoría absoluta y las difíciles negociaciones con la oposición ya costaron el cargo a dos primeros ministros: el conservador Michel Barnier y el centrista François Bayrou.
El actual jefe de gobierno, el centroderechista Sébastien Lecornu, decidió apoyarse en la oposición socialista para sacar adelante el proyecto de cuentas para 2026 y ya logró la adopción de una primera parte: el presupuesto de la Seguridad Social.
Pero las diferentes visiones entre legisladores sobre la manera de sanear las endeudadas arcas públicas impidió un consenso sobre la segunda parte: la derecha quiere compensarlo con más recortes y la izquierda aboga por aumentar los impuestos a los ultrarricos.
"Por lo tanto, el Parlamento no podrá votar un presupuesto para Francia antes de fin de año", constató en la red social X el primer ministro del presidente, Emmanuel Macron, tras el esperado fracaso de las negociaciones entre senadores y diputados.
A la espera de lograr tejer un acuerdo en 2026 que pueda ser adoptado por una mayoría de la Asamblea Nacional (cámara baja) --que tendría la última palabra en caso de desacuerdo persistente con el Senado--, el gobierno ya anunció que presentará una ley especial.
Este mecanismo, que ambas cámaras deben debatir la próxima semana, permite recaudar impuestos y garantizar la continuidad del Estado.
Su predecesor Bayrou ya lo activó a finales de 2024 antes de la adopción de sus presupuestos a mediados de febrero de 2025.
Las negociaciones se anuncian difíciles, cuando la segunda economía de la UE se encuentra bajo presión para reducir su deuda pública, que alcanzó en el tercer trimestre 3,48 billones de euros (117,4% del PIB), y su déficit público, estimado en el 5,4% en 2025.
Los diputados de izquierda radical, ecologistas, comunistas y de ultraderecha ya anunciaron su intención de rechazar los presupuestos, lo que siembra de incertidumbre el resultado de la votación.
El de la Seguridad Social se adoptó por 15 votos de diferencia.
B.Agosti--IM